Quitando las enfermedades que se pueden producir por un mal cuidado, tanto de la alimentación como de la higiene, o por haberse expuesto al frío, las enfermedades más habituales son producidas por hongos, coccidios, pulgas y ácaros, o por los gusanos, de los que hablamos en un post anterior.
Medicarlos por prevención no sólo no servirá de nada, sino que podemos producir una sobremedicación que hará que los parásitos que tenga se vuelvan inmunes contra el medicamento y que puede tener efectos adversos en nuestro perrito de la pradera. Lo mejor es observar a nuestra mascota diariamente y si vemos algún comportamiento raro o algún deterioro en el pelo o en su salud, llevarlo al veterinario.
Sobre la vacunación, ya hemos comentado en el anterior post que no existe ninguna específica para perrito de la pradera. Vacunarlo, significa que el veterinario se guiará por lo que suele hacer con los gatos, sin garantías totales de que a nuestra mascota le irá bien. Es un riesgo que hay que tenerlo presente.
Pulgas y ácaros, los más habituales
Las pulgas y los ácaros suelen llegar ya como huéspedes en los ejemplares que se adquieren. Por eso es preciso una buena revisión al poco de llegar. También suelen sufrirlos aquellos animales que estén al aire libre. Si se detecta alguno de estos parásitos en uno de nuestros perritos de la pradera, habrá que desparasitar a todos.
Durante el periodo de tratamiento hay que renovar con asiduidad el sustrato y extremar las medidas de higiene para contar el ciclo larval, pues es muy posible que hayan depositado huevos en la zona de vivienda de nuestras mascotas. Dependiendo del tipo de parásito, el tratamiento se deberá repetir pasado un tiempo para evitar que si algún huevo ha sobrevivido vuelva a empezar el ciclo.
La coccidiosis, muy peligrosa
Los coccidios son parásitos internos que al desarrollarse dentro de los intestinos pueden llegar a ser mortales para nuestro roedor. Los síntomas más frecuentes son diarreas, calambres, adelgazamiento. Según avanza, nuestro perrito de la pradera se quedará quieto en algún rincón, pues es una enfermedad dolorosa. También se les suele erizar el pelo al no encontrarse bien.
Aunque la diarrea puede ser producida por una simple ingesta de hierbas frescas y fruta, si dura varios días o vemos que aparece sangre en ella, debemos recoger una muestra y llevarla a analizar al veterinario. Los animales que viven en el exterior tienen más riesgo de entrar en contacto con alguna hez de otro animal portador.
Los latosos hongos
Los hongos, son bastante frecuentes, pues todos lo animales son portadores de esporas. Bastará con una etapa de estrés para que los hongos puedan desarrollarse. El mismo cambio de hogar puede hacer que les broten.
Si son tratados, no tienen que afectar al resto de la salud, pero sí son latosos de quitar. Se pueden detectar fácilmente, pues la zona afectada pierde el pelo. En el veterinario nos confirmarán si es una calva producida por hongos con un simple vistazo a través de una luz que los hace fosforecer.