El periquito es un ave muy común en nuestros hogares, sin embargo es originaria de Australia. Se conoce en Europa desde el siglo XVIII, pero no fue hasta casi mediados del XIX cuando se consiguió llevar los primeros ejemplares vivos a Inglaterra. El largo viaje y el desconocimiento sobre su alimentación hacía que sucumbieran en la travesía.
La cría de los periquitos en cautividad se consiguió de forma accidental cuando en Berlín criaron dentro de una nuez de coco, pues hasta ese momento se les había proporcionado siempre nidos abiertos en los que no habían criado . Ahí se descubrió que criaban en espacio cerrados y comenzaron a expandirse.
En su hábitat natural, los periquitos son verdes con la cabeza amarilla, pues estos colores les ayudan a camuflarse. Sin embargo, la cría en cautividad ha ido dando mutaciones de color hasta llegar a la gran variedad de colorido que disfrutamos en nuestros hogares. Las primeras mutaciones fueron en la década de 1870: la amarilla y la azul.
Fieles, listos y juguetones
Los periquitos son monógamos y es muy difícil que cambien de pareja a no ser que uno de los dos muera. Son muy curiosos y les encanta jugar con la gente y los artilugios que les pongamos en su jaula. Tienen menos vocalización que los loros, pero pueden llegar a aprender palabras si viven solos. Si conviven con otros periquitos ya no aprenderán.
Les encanta la compañía, así que el lugar ideal para colocar su jaula será en el salón que más utilicemos y a la altura de los ojos para que no nos tengan miedo. La habitación debe de ser luminosa, pero que no le dé directamente ni las corrientes de aire ni el sol, y la jaula le debe permitir realizar vuelos cortos.
Longevos y fáciles de atender
Son aves que necesitan volar un rato por espacios abiertos, como el de una habitación. Hay personas que los tienen sueltos por la casa, pero en ese caso habrá de extremar las precauciones para que no salga al exterior en un descuido. Hay que tener en cuenta que nuestro periquito puede llegar a vivir 15 años. Si consideramos que se podrá sentir solo lo mejor es proporcionarle compañía.
Si no se quiere criar lo mejor es tener dos periquitos del mismo sexo. Nunca se puede juntar a dos periquitos hembras, pues son muy territoriales y se pelearán, aunque no hay problemas con que sean dos machos. La alimentación es muy similar a la del canario: fruta, verdura, alpiste, mijo, avena y algo de cañamón. La limpieza diaria de la jaula es fundamental para mantenerlos en perfectas condiciones.