Muchas personas recurren a las terapias alternativas como forma de sanar algunas enfermedades. Nos referimos a algunas tan aceptadas como la acupuntura, pero también otras polémicas como la homeopatía.
Aquellos que consideran estas técnicas para ayudar a combatir sus enfermedades, normalmente también las emplean con sus mascotas. Se trata de una manera de evitar medicar a sus perros o gatos por problemas como el estrés, que afecta en gran medida a los mininos o la hiperactividad, propia de algunas razas de perros. También se pueden utilizar como complemento a tratamientos farmacológicos en problemas más graves.
Las flores de Bach
Uno de los remedios que se utiliza a menudo con los perros, pero sobre todo con los gatos son las flores de Bach. Se suele considerar que los felinos son más sensibles a sus efectos y que les ayuda a calmarse y mantenerse relajados y también con algunos problemas de adaptabilidad a nuevos hogares. En los perros también se usan para temas de estrés por separación o para ayudarles a superar miedos. En ambos casos, los expertos en el tema consideran que ayuda a los animales de los refugios que han sufrido de malos tratos y pueden tener traumas al respecto.
El reiki y la reflexoterapia
Estas dos técnicas se usan más fácilmente con los perros, ya que los gatos son en su mayor parte reacios a dejarse manipular por gente desconocida en ambientes que no conocen, por lo que necesitarían tratamiento a domicilio. Sin embargo, no se deben de descartar de antemano este tipo de terapias pues a menudo ha resultado muy sorprendente ver como gatos nerviosos y algo agresivos con estraños se dejaban hacer y se relajaban pasados tan solo unos minutos. Se trata de terapias no agresivas que pueden ayudar incluso a que el animal se relaje y se confíe antes de una revisión habitual del veterinario o una vacunación.
La homeopatía es una alternativa que también se utiliza a menudo para evitar dar medicación o como refuerzo para los tratamientos convencionales. Los remedios homeopáticos, para algunos totalmente efectivos y pura charlatanería para otros, presentan soluciones para todo tipo de problemas de salud, incluidos algunos tan habituales como catarros, moquillo o alergia, pero también en otros casos mucho más serios como tumores.
En definitiva, ellos no pueden escoger y nosotros lo hacemos por ellos, siempre de la forma que nos parece más correcta. Y lo cierto es que a nadie se le puede pedir más cuándo hace por su animal lo mismo que haría por sí mismo ¿no es así?