Incorporar un cachorro a nuestras vidas es una experiencia mucho más compleja de lo que parece. Un cachorro requiere un cuidado constante y ayudarle a madurar adecuadamente.
Hay que tener en cuenta que los cachorros aprenden de su madre y de la interuactuación con sus hermanos. Con ellos aprenden a controlar la mordida, a saber relacionarse sanamente con otros perros y a conocer su entorno.
Por eso es muy importante que el cachorro que acojamos en nuestra familia haya pasado los primeros meses con su familia. Por un lado, habrá aprendido un comportamiento sano que nos evitará mucho trabajo, y, por otro, la leche materna le habrá proporcionado buena nutrición y las primeras defensas.
Conocer su entorno agradablemente
La etapa de cachorro es cuando el pequeño perrito aprende a manejarse con su entorno, así que debemos proporcionarle la mayor cantidad de experiencias positivas para que no tenga problemas emocionales, porque si no podremos encontrarnos con perros que se asustan del ruido de los coches, de la gente corriendo, etc.
La recomendación veterinaria es que los cachorros no salgan de casa hasta que no estén vacunados, pero podremos ayudar a su sociabilización dejando que nos visite algún perro de confianza que sea equilibrado y sepamos que está vacunado. De esta forma nuestro cachorro aprenderá a comportarse con perros adultos.
Me hago pis, no te enfades
Uno de los grandes problemas es el control de esfínteres. Lógicamente, no podemos esperar que un cachorro aguante horas y horas sin hacer sus necesidades. Nunca hay que enfadarse con él por hacer sus necesidades en casa porque hasta los 6 u 8 meses no tendrá el control total de los enfínteres.
Debemos de tener esto en cuenta y habilitar un espacio en el que pueda hacer pis y caca mientras está en casa. Además haremos salidas cortas de 5 o 1o minutos nada más para que no se canse que repetiremos cada media hora hasta que haga sus necesidades. Y, por supuesto, cuando haga pis o caca fuera de casa le premiaremos para que asocie que es bueno hacerlo en la calle.
¿A qué tengo que temer?
La ansiedad por separación es otro de los grandes problemas que suelen tener los perros. Un cachorro destetado pronto tendrá más problemas de ansiedad que otro que haya pasado tiempo con su familia.
También el comportamiento humano les puede transmitir esa ansiedad. Uno de los más básicos es el de evitar en los paseos que los perros grandes se acerquen a nuestro cachorro. Mucha gente se pone nerviosa y tira de la correa de su pequeño a la vez que le llama nerviosa.
Con este comportamiento lo que le estamos enseñando al cachorro es que hay que tener miedo de los perros grandes y con eso sólo conseguiremos criar a un perro miedoso que responderá con ladridos y gruñidos cada vez que se le acerque un perro en el futuro. No olvidemos que los perros saben interactuar entre ellos, dejémosles saludarse.