En muchas ciudades las perreras municipales están totalmente saturada de animales y ante esta situación se opta por el sacrificio de quienes no encuentran un hogar o no son reclamados en un plazo determinado de tiempo.
Esta medida es muy polémica y suele enfrentarse con el rechazo de muchas asociaciones y protectoras de la zona, que abogan por otro tipo de medidas en lugar de recurrir al sacrificio de animales.
Aquí vamos a exponer algunos de los argumentos de una y otra parte, para que cada cual pueda hacerse una idea del problema y sacar sus propias conclusiones.
Argumentos de las perreras
El principal argumento de las perreras es que se ven desbordadas. Muchos vecinos llaman para pedir que se lleven a gatos o gatitos que proliferan en algunos barrios y que impiden dormir a los vecinos.
También reciben muchas llamadas de perros abandonados que deben de ser atendidos. La ley prohíbe tener a los animales hacinados y por tanto su capacidad es limitada, por eso afirman que se ven obligados a sacrificar a aquellos que no encuentran un hogar.
Muchos propietarios no cumplen con su obligación de dotar de un chip a sus mascotas, por lo que es imposible devolverlas ya que no se puede saber de quién es un animal encontrado. Sobre todo en el caso de los gatos.
Argumentos de las protectoras
Las perreras dependen de organismos públicos, sean ayuntamientos, diputaciones o gobiernos autonómicos. En muchos casos su gestión está en manos privadas y se anteponen los intereses económicos antes de los de los animales.
La gestión de la perrera debería de ser pública y acompañarse de campañas de esterilización de los animales callejeros; de campañas de concienciación de los dueños de mascotas para que esterilicen; del control del comercio ilegal de animales (particulares que venden camadas) y otras campañas semejantes.
Aunque esto pueda parecer caro, realmente no precisa una gran inversión de dinero y en mucho caso hay protectoras dispuestas a colaborar con sus voluntarios para llevar a cabo muchas de estas campañas, ya sea dando charlas informativas, ya sea con el control de las colonias.
Aunque las protectoras están siempre en contra del sacrificio, en muchos casos consideran que es todavía más sangrante, ya que el plazo que se les da a los animales es tan sumamente corto que es prácticamente imposible que tenga oportunidades de ser adoptados o incluso localizados por sus dueños.