Los gatos son unos de los animales de compañía más populares del mundo mundial desde el alba de los tiempos. Y eso que no son ni tan fieles, ni tan sumisos, ni tan simpáticos como los perros; así que imaginaos el encanto que tienen que tener. De los cuidados y necesidades de los gatos es de lo que vamos a hablar a continuación.
La alimentación es, evidentemente, un factor fundamental. Hay un eterno debate entre el uso de comida industrial las formas “caseras” de alimentación, aunque está claro que si hoy en día compramos nuestra comida en el supermercado, haremos lo propio con nuestro gato; en cualquier caso, conviene variarla. Como animal independiente y remilgado que es, administrará su ración a lo largo del día, pero odia los alimentos rancios, calientes o fríos.
La higiene es el otro aspecto importante de las prácticas saludables de un gato. Los gatos suelen escoger sitios distintos cada día para hacer sus necesidades y taparlas, pero como eso es imposible en un piso, debemos acostumbrarlos a hacerlo siempre en su caja de arena, algo mucho más fácil de lo que parece. De acicalarse se ocuparán ellos mismos, simplemente debemos vigilar cambios extraños en su esta rutina.
Ya habréis supuesto que los cuidados y necesidades principales de un gato son… cariño
Seguramente las bolas de pelo son la peculiaridad más evidente de cuantas presentan nuestros amigos felinos. Las bolas se producen cuando el gato “se lava”, ingiriendo pelo que luego debe vomitar. En realidad, en estado silvestre el gato se regula (se “purga”) ingiriendo fibra (por eso los veremos comiendo hierba de vez en cuando). Hay medicación para eliminar ese pelo, aunque una buena manera natural de hacerlo es cepillándolo con frecuencia.
La insuficiencia renal crónica es probablemente el problema grave más extendido entre los gatos de cierta edad, y hay quien especula que se debe a la alimentación industrial. Si nuestro gato come y se mueve poco, parece caminar dolorido y orina fuera de su sitio habitual puede que tenga IRC. Es una enfermedad crónica, pero se puede tratar con medicación de choque y cambios en la alimentación.
Aparte de estas dolencias o rasgos generales, cada raza concentra ciertos problemas específicos (y cuanto más pura sea la raza, más probabilidad tienen de darse esos problemas) de los que conviene estar al tanto consultando a nuestro veterinario. Con el tiempo aprenderemos nuevos detalles sobre nuestros felinos. De otros cuidados y necesidades de los gatos, como las atenciones a los recién nacidos, hablaremos en otra ocasión.