Los perros celosos existen, del mismo modo que existen las personas celosas. Se trata de animales muy posesivos que no soportan que sus dueños acaricien a otro animal o que, incluso, no soportan que toquen a otras personas.
Aunque pueda parecer gracioso ver a tu perrito apartar a tu pareja cuando se acerca a besarte tal como vemos en muchos vídeos de Internet, lo cierto es que no tiene ninguna gracia ya que está indicando un problema de comportamiento en el animal que puede llegar a ser muy serio.
Los perros que se muestran tan posesivos con una persona pueden llegar a atacar a otra persona u otro animal si creen que está compitiendo por su atención y pueden llegar a ser un verdadero conflicto en la familia.
Perros celosos hacia otros animales
Los perros que se celan de otros animales lo hacen principalmente porque quieren la atención de la persona. No quieren compartir el tiempo de esta y por eso se meten en medio si quién ellos reclaman trata de acariciar a otro animal pudiendo incluso agredirlo.
Se han dado casos de animales que viven juntos mucho tiempo pero que, debido a celos que no son corregidos a tiempo, uno de ellos hiere gravemente o incluso mata al otro por considerarlo su rival.
Perros celosos con personas
En este caso, el problema puede ser muy serio si el perro impide la vida familiar, especialmente si el objeto de los celos es un bebé al que podría hacer daño en cualquier descuido.
Es importante realizar bien las presentaciones entre el bebé y el animal para que no haya tensiones y el perro no lo perciba como una amenaza. Y hacer lo mismo si de repente una persona comienza a formar parte de nuestra vida.
Perros celosos a terapia
Hay que atajar estos problemas desde el primer momento y jamás consentirlos porque nos parecen graciosos o porque no queremos incomodar al animal. No debemos de tratar al animal como si fuera un niño, es imprescindible ponerles límites y hacer que los respeten.
Si no podemos controlar la situación hay que recurrir a un profesional para que pueda ver el problema y ofrecer una guía de actuación ya que cuando el problema se vuelve crónico es muy difícil de atajar. Esto es algo que suele pasar a menudo con perros que viven con una persona y que, de repente, se ven obligados a convivir con más gente o con otros animales.