Desde muy antiguo, las palomas han sido adiestradas para que pudieran transportar pequeños mensajes de un lugar a otro. Estas palomas mensajeras eran capaces de recorrer largas distancias hasta llegar a su destino. Noticias como el desembarco en Normandía, el resultado de la batalla de Waterloo y otras muchas fueron entregadas por estas aguerridas viajeras.
Esta tradición postal empezó a decaer con los nuevos inventos que facilitaban la comunicación aún en circunstancias extremas. Sin embargo, en los últimos años ha resurgido gracias al esfuerzo de los amantes de estas inteligentes aves, y la colombofilia ha conseguido situarse en muy alta estima en muchos países.
En varias zonas del norte de Europa la colombofilia es considerada un deporte nacional, realizándose numerosas competiciones. También en los países asiáticos podemos encontrar apuestas deportivas con las palomas mensajeras, llegando a pagar grandes cantidades de dinero para mejorar los entrenamientos y extremar los cuidados de estas aves.
Las «Aves Scouts»
Rápidas y ágiles, las palomas mensajeras alcanzan en su vuelo una altura asombrosa, llegando a recorrer alrededor de ochocientos kilómetros al día. Su excelente sentido de la orientación consigue que puedan regresar a su palomar a pesar de hallarse a una distancia considerable. El secreto para ello es que deseen regresa a él. Por eso es fundamental que creen lazos afectivos con su cuidador y que se sientan seguras y cuidadas.
También son bastante resistentes a los cambios climáticos y a la fatiga, haciendo de ellas unos carteros maravillosos que procurarán llegar a su destino en la mayor brevedad de tiempo. Todas estas cualidades, que les hacen ser distintas a las palomas domésticas comunes, se transmiten de generación en generación, ayudando a mejorar la especie y a facilitar su conservación.
Bellas y cariñosas
Con un plumaje suave y abundante, las palomas mensajeras destacan entre sus congéneres tanto por su luminosidad como por los colores. Uno de los más característicos es el plumaje blanco, utilizado en las misiones de invierno para poder camuflarse mejor. Puede que ya no sean necesarias para el envío de mensajes entre los altos mandos bélicos, pero se la puede entrenar para nuestro disfrute personal.
Su cría no requiere cuidados distintos a la cría de las palomas domésticas, aunque los polluelos se deben separar a los 3 meses de edad para irlos entrenando. Necesitan un palomar amplio y limpio y estar con otras palomas mensajeras ya entrenadas para que les sirvan de maestras. Cuidados, cariño y dedicación son los tres pilares que harán que puedas entrenar a tu mascota con éxito.