Como en todas las mascotas, observar una variación en el aspecto del pelo, piel o plumas es un indicador de que algo no va bien. Por eso es muy importante conocer las pautas que nos pueden indicar qué les pasa a nuestras mascotas. Tratar a tiempo una enfermedad puede ser la diferencia entre la vida y la muerte para nuestra mascota
En el caso de las aves, el pico, ojos y plumas son las partes que nos pueden dar más pistas sobre su estado general. El buen estado de las plumas es muy importante, pues son las encargadas de mantener la temperatura del ave, llegando a subir la temperatura hasta los 42º cuando están en el aire.
Un problema en las plumas representa un problema térmico para nuestra ave, además del problema físico que pudiera tener. Algunas de las enfermedades que se detectan son de tipo parasitario, vírico, bacterianos, genéticos o de problemas de temperatura ambiente.
Virus específicos
Los virus suelen afectar a especies concretas. Por ejemplo, a los periquitos suele afectarles la polyomavirus, que tiene una alta mortalidad entre los ejemplares jóvenes. Entre los síntomas está la carencia de apetito, apatía y depresión, además, les provoca petequias rojas y se les cae el plumaje.
Otro virus muy importante que afecta a las psitácidas es el llamado «enfermedad del pico y de las plumas«. Se caracteriza por la pérdida de la capacidad de regeneración de las plumas, provocando inmunodepresión, enfermedades secundarias y la dificultad de mantener la temperatura corporal, lo que puede provocar la muerte. Esta dolencia se convierte en crónica en los ejemplares adultos, mientras en los jóvenes es aguda.
Virus y bacterias generales
El virus que causa más enfermedades generalizadas para todas las especies el el poxvirus. Se trata de la inflamación de las zonas libres de plumas, primero se pondrá de color rojo y posteriormente se convertirá en una costra. Esta enfermedad es debida a la picadura de un mosquito y únicamente se puede tratar con desinfectantes y yodo hasta eliminar el virus.
Entre las bacterias que pueden afectar a nuestras aves, la más habitual es la pododermatitis. Afecta sobre todo a aves rapaces, produciendo heridas en la planta de la pata y que se le caiga la piel de la zona. Suele producirse por mala higiene, uñas demasiado largas o un mal estado del apoyadero. Las enfermedades producidas por bacterias son las más difíciles de atajar si no se tratan a tiempo, así que hay que estar muy pendientes de ellas.