Siguiendo el principio universal de responsabilizarnos del bienestar de nuestras mascotas, debemos intentar recrear para nuestros amigos animales un ambiente lo más parecido posible al que encuentran en libertad. Hablando de ranas, eso es muy fácil de conseguir con las especies autóctonas, pero el mantenimiento de especies exóticas requiere un terrario. Hoy vamos a hablar de las cualidades que debe tener un buen terrario de anfibios.
Adquirir un terrario de anfibios perfectamente preparado puede resultar algo caro (en torno a los 350 euros). Si te gusta hacértelo tú mismo y tienes ganas puedes intentarlo por tu cuenta. Lo primero es busca el terrario apropiado en cuanto a tamaño y orientación. Esto dependerá (como casi todo) de las especies que vayamos a introducir. Si son arborícolas, el terrario deberá ser vertical, como una torre.
Supongamos un terrario de unos 80 litros semiventilado (debe contener la humedad, pero no toda). Toca diseñar su estructura; algunas especies requieren zonas semihúmedas, es decir, zonas para sumergirse, otras secas y otras intermedias. Es el momento de definir también dónde y cómo colocaremos los elementos de calefacción, humidificación y (aproximativamente) las plantas y otros accesorios, decorativos o no.
El buen terrario de anfibios debe recrear un hábitat húmedo y cálido
La mejor manera de controlar la temperatura es una esterilla calefactable colocada debajo o en un lateral, pero sin dar nunca la posibilidad de que las ranas entre nen contacto directo con ella. Para la iluminación hay varias posibilidades, pero una iluminación fluorescente durante unas doce horas diarias es lo más apropiado. De nuevo, la especie elegida y el volumen del terrario nos señalarán los modelos a utilizar.
Para la humedad utilizaremos sistemas de lluvia o generadores de niebla, existe una gran variedad en el mercado. En cualquier caso, será conveniente instalar una bomba para renovar el agua fácilmente y para instalar cascadas, así como un sistema de filtrado. Todos estos dispositivos pueden controlarse de manera automática cuando le tengamos cogido el tranquillo.
Vamos a llenar nuestro acuario. Los constructores avezados recomiendan cubrir el fondo con espuma de poliuretano, tomando las precauciones de dejar orificios para los cables, tubos y desagües. Podremos dar forma al poliuretano previendo los huecos para las plantas e incrustándole elementos decorativos. Luego se añade una capa de fibra de coco o xaxim, otra de arlita o gravilla, la malla calefactora y más coco, sobre el que va el musgo.
Ahora colocaremos las plantas idóneas para nuestras ranas con ayuda de un experto (bromelias, maranthas o la aechmea suelen ir bien), junto a otros elementos de decoración (hay para quienes esta parte es su preferida): piedras, trozos de arcilla cocida, maderas… ¡Cuida siempre de no introducir elementos tóxicos!