Como ocurre con todo animal doméstico, la crianza dirigida que el ser humano ha ejercido sobre nuestros compañeros hurones (que aunque parezcan una ocurrencia moderna, hace siglos o incluso milenios que forman parte de los hogares humanos) ha provocado la aparición de distintas razas dentro de la especie, cada una con sus peculiaridades características. Hoy vamos a aprender un poco acerca de las distintas razas de hurones que existen.
Hay tres tipos básicos de hurones si atendemos a su morfología física. En primer lugar tenemos el estándar, que evidentemente, es la norma en cuanto a tamaño y estructuras muscular y ósea. Es muy común en América, como también el whippet, su hermano más estilizado y ligero. Por otra parte, en el Norte de Europa predomina el bulldog, una versión más grande y robusta de cuello más fuerte y lomo más corto.
Esto tres tipos se diversifican a su vez en toda una serie de razas o variedades que se apoyan en pequeñas peculiaridades para marcar las diferencias. Es el caso, por ejemplo, del angora, cuya raquítica subcapa de pelo hace que el de la capa de protección sea muy largo. Pero esto no implica diferencias de personalidad o comportamiento entre las distintas variedades.
Una especie, muchas variedades
Después son los colores y los patrones los que se encargan de crear una amplia clasificación. Se admiten seis colores (negro, negro sable, sable, chocolate, champagne, sepia y blanco). Los patrones son cuatro: sólido, estándar, siamés y roano. Luego entran en juego otros detalles de coloración: si tienen collar, babero, blaze (una mancha del hocico a la nuca), guantes, antifaces de varios tipos…
Algunos rasgos bastante peculiares crean la ilusión de una variedad distinta. Eso ocurre en el caso del llamado hurón panda (de pelaje claro y antifaz oscuro), el “modelo” blanco de ojos negros o el conocido como salvaje por parecerse al modelo natural que todo tenemos en la cabeza. Entre los hurones también proliferan los llamados albinos, reconocibles por sus ojos rojos y la ausencia general de pigmentación.
Con estos pocos detalles y un poco más de información (las narices también son de distintos colores, por ejemplo) que pueda darte un veterinario especializado lo tendrás más fácil a la hora de escoger al hurón que más te guste. Recuerda que su carácter y personalidad no tiene nada que ver con todo esto; todos son igualmente cariñosos, curiosos y adorables, por lo que es únicamente el aspecto el hecho a valorar.