Los animales están programados por naturaleza para entrar en celo durante el invierno y tener sus camadas coincidiendo con la primavera. El buen tiempo garantiza una supervivencia más fácil de los cachorros y por eso es ahora cuándo hay un auténtico baby-boom en el mundo animal.
Por desgracia, son muchos los animales que viven abandonados en las calles, especialmente los gatos. Las gatas, a no ser que tengan la suerte de vivir en alguna de las colonias controladas por voluntarios, tendrán que buscar un lugar para parir en plena calle. En algunas ocasiones los ataques de machos o la maldad del hombre, hacen que tengan que escapar y abandonar a sus cachorros a su suerte.
La irresponsabilidad humana y camadas
Pero no todas las camadas abandonadas proceden de animales de la calle, también son muchas las personas que se niegan a esterilizar a sus animales y, cuándo se encuentran con la aparición de una camada, no dudan en “tirar” a los cachorros como si fueran basura. En algunos casos, esto es tan literal que incluso los dejan en el contenedor, dentro de una bolsa, para que acaben en el camión triturador de basura.
Los más afortunados son encontrados por personas de buen corazón que deciden hacerse cargo personalmente de ellos, en caso de poder hacerlo o que acuden a las protectoras con el fin de que estas puedan buscarles un hogar.
Necesidad de ayuda
Sin embargo, las protectoras también tienen una capacidad limitada para ayudar. Unos bebés de perro o gato recién nacidos requieren de muchos cuidados para salir adelante. Hay que alimentarlos a biberón, estimularlos para que hagan sus necesidades, garantizarles el suficiente calor…
Como los voluntarios que tienen estas organizaciones son humanos y además tienen sus trabajos y sus familias al margen de esta labor, sus capacidades son muy limitadas y en muchos casos resulta imposible atender a más peticiones de ayuda.
A todo esto se suma que en breve, comenzarán los abandonos de animales que desgraciadamente se producen cada año debido a las vacaciones de verano por parte de desalmados que creen que un perro o un gato es lo mismo que un bolso, y se pueden cambiar cada temporada sin mirar siquiera atrás.
Por eso, más que nunca, se hace necesario que todos aquellos que aman a los animales y están concienciados del problema de los abandonos aporten su ayuda. ¿Cómo? Hay muchas formas de hacerlo y en el próximo post vamos a explicar las cuatro maneras principales de aportar nuestro granito de arena.