Se consideran mascotas exóticas todas aquellas que han sido introducidas fuera de su hábitat por el hombre. Por ejemplo, una iguana, originaria de Sudamérica, sería un animal exótico al traerlo a España para convertirse en mascota. Por supuesto no estamos entrando en la polémica del comercio ilegal de especies y estamos dando por sentado que hablamos siempre de animales legales con todos sus papeles en regla.
En una definición más amplia, se consideran también mascotas exóticas los animales que no son mascotas en su origen, como ardillas, conejos o algunas aves, que en principio no son animales de compañía, es decir, animales que tradicionalmente conviven con el hombre sin ser animales de producción. De este modo, mascotas serían tan solo perros , gatos y quizás los caballos.
Estos animales exóticos necesitan especialistas
Sea como fuere, se trata de animales que conviven con compañía del hombre desde hace muy poco tiempo y que como cualquier mascota necesitan de los servicios de un veterinario experto en sus problemas y que conozca sus enfermedades más habituales, las vacunas que deben de ponerse y los problemas que pueden surgir en el día a día. Para todo esto están los veterinarios expertos en exóticos.
Es fundamental antes de comprar un animal no habitual asegurarnos de que tenemos cerca una clínica veterinaria donde haya un especialista en la materia, ya que de otro modo podríamos encontrarnos con que tenemos que recorrer kilómetros y más kilómetros hasta encontrar alguien que sepa lo que tiene entre manos. Cuánto más pequeña sea la ciudad en la que vivimos, más riesgo hay de que esto ocurra.
Una profesión en alza
Ser veterinario de mascotas exóticas es sin duda una profesión en alza, ya que está de moda tener animales de compañía cada vez más originales. Los conejos, que fueron moda hace unos años, han dado paso a todo tipo de roedores, algunos procedentes incluso de lugares tan lejanos como Australia. Estos animales son perfectos desconocidos para los veterinarios de toda la vida, acostumbrados a tratar con perros, gatos y en todo caso animales de granja.
Los primeros veterinarios expertos en exóticos eran un lujo al alcance de muy pocos bolsillos, por suerte, cada vez existen más profesionales debidamente formados y no es raro que el veterinario que atiende a nuestro gato haya realizado también un curso para atender reptiles o se hay formado con roedores. Gracias a eso, cada vez es más sencillo dar con buenas clínicas a precios razonables.