Los cisnes son de las aves acuáticas más elegantes que podemos tener el placer de contemplar. Armoniosas y delicadas, por lo general, ocultan un gran sentido de la territorialidad que suele aflorar en la época de cría para defender a sus pequeños.
Entre las distintas especies el cisne de cuello negro destaca por su porte majestuoso y por ser menos agresivo que otros congéneres. Siempre que dispongan de espacio suficiente, puede compartir estanque con otros congéneres como el cisne coscoroba y el negro sin que haya problemas.
El cisne de cuello negro es oriundo de América del Sur, por lo que su ciclo de cría se organiza siguiendo el calendario austral, en los meses de agosto a noviembre. Esta particularidad hay que tenerla muy en cuenta para quienes quieran tener estas aves en el hemisferio norte, pues tendrán que habilitar los espacios de nidificación con calefacción. Además, se les tendrá que ofrecer los suficientes espacios de nidificación para que las distintas parejas no se peleen por ocuparlo.
Una combinación de colores muy elegante
Tanto el macho como la hembra de cisne de cuello negro son idénticos, no presentan ninguna peculiaridad distintiva, por lo que es importante adquirirlos en criaderos que nos ofrezcan garantías de que son una pareja reproductora, así nos evitaremos la sorpresa de que nos hayan vendido dos machos o dos hembras.
De patas rosadas y pico rojo, sobre el que se distingue perfectamente la carúncula, también de color rojo. Su plumaje es blanco, con el cuello negro a excepción de una franja a cada lado de la cabeza que va desde el pico a la parte de atrás de la cabeza pasando por la línea del ojo. De pequeños son totalmente blancos.
Los dueños del medio acuático
Son cisnes que pasan casi todo el tiempo en el agua, por lo que la limpieza del estanque debe ser casi una obsesión. En tierra no tienen unos andares muy seguros y, aunque tienen un vuelo potente, el despegue y el amerizaje no lo realizan con soltura. Aunque son aves migratorias, también forman colonias estables que no abandonan su territorio.
Del medio natural, el cisne de cuello negro se alimentará de algas y plantas acuáticas, filtrando el agua del estanque con su pico, así como de algún insecto o invertebrado que capture, pero es importante tenerle bien alimentado dándole un suplemento a base de salvado de trigo, patatas y zanahorias hervidas y trituradas, verduras frescas, arroz cocido y harina de crustáceos.