Al igual que los humanos, los perros nacen sin dientes y los primeros que le salen son temporales, también llamados caducos o de leche. Estos dientes les salen alrededor de las tres semanas y con ellos van aprendiendo a masticar.
Esta primera salida de dientes es progresiva, durando varias semanas hasta tener completa la dentadura. Comienzan por los incisivos y los caninos y poco a poco les van aflorando los molares. En esta etapa es cuando se produce el destete, pues la madre comienza a sentir las molestias de los dientes de sus pequeños.
Al llegar a los cinco meses se produce el cambio de dientes de cachorro a adulto. Este proceso puede durar meses y es muy doloroso. Poco a poco, nuestro cachorro irá perdiendo los dientes de leche y sustituyéndolos por la dentadura adulta que ya será permanente.
El ratón Pérez lo tiene complicado
Al igual que en los bebés humanos, el cambio de dentición produce malestar, dolor y ganas de llevarse todo a la boca para calmar la molestia que tienen a través de los mordisqueos. Este aumento de las ganas de morder será la señal de que nuestro cachorro ha comenzado con el cambio de dientes.
Durante esta etapa puede ser que no veamos ninguno de los dientes de leche que se le van cayendo, pues suelen tragárselos. Esto no les producirá ningún problema, así que no hay que preocuparse por ello. Lo que sí que debemos estar atentos son a las señales de incomodidad que demuestren, para intentar ayudarles.
Síntomas que suelen manifestar
Normalmente, expresarán su dolor mediante apatía, menos ganas de jugar, gemidos y hasta diarrea. Aunque son síntomas sin importancia habitualmente, si se dan de forma grave o se alarga en el tiempo, es recomendable acudir al veterinario para descartar cualquier otra causa.
Así mismo, es muy frecuente que se produzcan pequeñas pérdidas de sangre al caerse el diente provenientes de la encía de alrededor. No hay que asustarse ante ello a no ser que la hemorragia sea abundante y no cese. En ese caso debemos acudir al veterinario para que le revise la boca por si tiene alguna herida.
Hay que comprobar que los dientes crecen bien
También habrá que estar pendiente de comprobar que los dientes de leche van cayendo dejando el espacio a los nuevos. Si se detecta que un diente nuevo está creciendo cuando aún no se ha soltado el diente de leche hay que ir al veterinario para que lo extraiga y evitar que el diente permanente crezca mal.
Para ayudarles a pasar esta mala etapa podemos proporcionarles juguetes especiales que les ayudarán a disminuir la molestia de las encías y dejarles a su alcance gran cantidad de juguetes que les suponga un buen entretenimiento al morderlos. Se puede ayudar también aplicando un poco de hielo sobre las encías o fabricando algún «helado» de salchicha o carne que puedan mordisquear.