Tener un canario en nuestro hogar es un placer tanto para la vista como para el oído. Además, no son difíciles de cuidar, por lo que es ideal para las personas que no disponen de mucho tiempo y quieren disfrutar de una agradable compañía.
Casi siempre, escoger un canario es cuestión de que se produzca un flechazo entre el comprador y el ave, bien porque le haya encandilado sus colores, su porte o su canto. Este tipo de elección es la más acertada, porque todos esos detalles indican que es un canario sano.
Un canario que esté triste, apático, indiferente o replegado sobre sí mismo en un ambiente tan ajetreado como es una tienda de canarios es síntoma de que algo no va bien. En un ambiente que conoce a la perfección, un canario estará gorjeando y saltando en su jaula lleno de actividad.
Plumas brillantes y limpias señal de salud
Hay múltiples detalles que nos indicarán si el canario que deseamos goza de buena salud. Una de ellas es el aspecto del plumaje. Si un canario está sano, luce un brillante y limpio plumaje, con las alas pegadas al cuerpo. Al tacto deberemos notar que son suaves y ligeramente untuosos. Si detectamos plumas erizadas será señal de algún problema en el animal.
Las patas del canario son rosadas y elásticas, lo que les ayuda a ser ágiles y a imprimir a su cuerpo esa energía que les caracteriza. Los ojos deberán tener una mirada viva y expresiva, sin legañas, lo que indicará que están atentos y activos.
Los cambios que sufren con la edad
Para determinar la edad del canario habremos de fijarnos en sus patas, plumas y pico. Durante su primer año, tendrá las patitas rosadas y el pico tierno. Además, su plumaje brillará mucho más con delicados reflejos.
Una vez que va alcanzando la madurez, las patas se irán cubriendo de escamas y el pico se endurecerá. El plumaje deja de tener ese tacto delicado y pierde parte de su lustrosidad. Eso no significa que estén enfermos, por supuesto.
El estrés se combate con cariño y cuidados
La curiosidad es un rasgo muy importante en los canarios. Su inquietud se transmite a través de su alegre canto y de la actividad constante que realiza en la jaula. Un canario con vitalidad necesitará disponer de estímulos que le hagan entretenerse.
Una buena idea puede ser colocar pequeñas ramitas con hojas de frutales para que se entretenga. Hay que tener en cuenta que el cambio de ambiente a un nuevo hogar le puede estresar. Si se siente querido y cuidado pronto se habituará a su nueva casa.