Cuándo estábamos en plena adolescencia, cualquier palabra, gesto o mirada de la persona que nos gustaba podía interpretarse como una señal positiva que nos llenaba de esperanzas. Pues algo así ocurre con aquellos que tienen, tenemos, uno o más gatos en su vida.
Los gatos son animales cuyos comportamientos a menudo resultan muy complicados de interpretar para los humanos. Sus reacciones se nos escapan y tratamos de darle todo tipo de interpretaciones positivas buscando una mayor interactuación con los pequeños felinos.
Pero hay algunos gestos que, por raros que puedan parecernos, sí que parece cada vez más demostrado que son muestras de cariño. Un cariño muy gatuno y muy especial para los propietarios merecedores de estos gestos.
Comportamientos que indican un gran cariño gatuno
-Tu gato te regala un animalito muerto: Verás, a ojos de un gato seguramente no somos más que enormes animales torpones incapaces de cazar nuestra propia comida, aunque con una habilidad especial para sacarla de la despensa, ese gran misterio que siempre parece lleno de cosas apetitosas.
Si tu gato te da un ratón o un pajarillo que ha cazado, por mucho que te horrorice no le riñas. Está compartiendo contigo su botín, para que por una vez, comas caza fresca.
-Tu gato te mordisquea suavemente cuando lo acaricias: Estás acariciando a tu gato, este ronronea feliz y pide más y más hasta que de repente coge entre sus dientes un pellizquito pequeño de tu piel y muerde.
Es su manera de darte un beso, ellos son así, apasionados… Aunque también puede querer decir que ya ha tenido suficiente y lo has sobrepasado. Sabrás cuál de las dos cosas es si tras hacerlo sigue pidiendo caricias como si tal cosa o si por el contrario se marcha indignado.
-Tu gato te arrea un cabezazo digno del mejor Zindane: Si te fijas, es la forma en la que se relacionan entre ellos. Se frotan y se dan cabezazos que a veces, debido a que se emocionan, pueden ser fuertes, sobre todo cuando dan de lleno en toda la nariz.
-Tu gato te llena de pelos tu jersey favorito: No lo hace por rabia o por hacer una travesura. El jersey huele a ti y tú representas algo muy agradable para el gato, por eso no puede evitar envolverse en tu ropa para dormir. Se siente mucho más seguro y tranquilo. Tómatelo como algo muy especial y, la próxima vez, guarda la ropa cuando no la estés utilizando.