Un cachorro bajo el árbol

Durante estas fechas no nos cansamos de avisar que un cachorro no es un regalo. Una cría, independientemente de que animal sea, no debería de ser tomada como un juguete ya que implica mucha responsabilidad.

Sin embargo, sí hay casos en los que un cachorrito puede ser un fantástico regalo y, para cambiar el discurso de todos los años, vamos a centrarnos en ellos. Te adelantamos que son solo tres puntos pero que es esencial pensar en eso antes de decidirse a regalar una mascota a los niños.

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¿Cuándo regalar un cachorrito?

-Cuando ya existía la idea previa pensada y consciente de tener un animal. Si ya se pensaba adoptar un animalito en la familia las Navidades pueden ser un buen momento para introducirlo ya que los niños estarán en casa durante más tiempo y quizás también los adultos. De este modo el animal estará más acompañado los primeros días y no se quedará solo de primeras.

Es importante respetar sus momentos de descanso, ya que las crías necesitan dormir mucho y no sentirse demasiado agobiadas por los juegos infantiles. Los niños tienen que ser conscientes de que no son peluches.

-Cuando se tiene claro cómo se va a cuidar durante todo el año. ¿Quién sacará a pasear al perro o quién limpiará las arenas del gato? Hay que cepillarlos, asearlos, darles de comer, ir al veterinario y cuidarlos si están enfermos y es importante tener claras las obligaciones.

También es necesario saber qué se va a hacer con la mascota en vacaciones cuando la familia viaje. ¿Alguien puede hacerse cargo? ¿Hay alguna residencia de mano y la familia puede permitirse pagarla? Todo eso debe de saberse con anticipación ya que actuar de manera impulsiva es lo que acaba causando abandonos.

-Mejor si es un animal adoptado. Hay muchos perros y gatos que están buscando una oportunidad en refugios y protectoras. Adoptando a un perro o a un gato se les ofrece la posibilidad de tener una familia y obtendremos tanto cariño como de cualquier animal de raza.

Es preferible que la primera visita a la protectora la hagan solo los adultos y que se dejen aconsejar sobre qué animal llevar. Ellos no van a intentar darle el que nadie quiere, como algunos piensan, ya que lo que menos les interesa es que se devuelvan los animales con el sufrimiento que conlleva. Ofrecerán uno adecuado por su carácter.