Terapia felina: el TOC (II)

Terapia felina: el TOC (II)

Una vez en la consulta, el terapeuta felino escucha al dueño del animal, lo observa, lo interroga y trata de conseguir la información relevante para conocer el origen del TOC. Son muchas las ocasiones en las que el gato ha llegado a un estado de trastorno debido a las causas más irrelevantes desde el punto de vista humano, como por ejemplo el cambio de lugar de un mueble o que se le ha variado la arena de su bandeja higiénica.

En algunas ocasiones encontrar la causa puede ser una tarea muy difícil mientras que en otras, gracias a la experiencia del profesional, puede resultar muy sencillo. El simple aburrimiento en un gato muy activo puede llevarle a desarrollar obsesiones como forma de «matar el tiempo». Quizás a nosotros nos parece que el gato maúlla a la nada, pero teniendo en cuenta su gran vista, el puede estar viendo partículas de polvo en suspensión, flotando. Dado que no tiene nada mejor que hacer les «regaña» o intenta cazarlas. Para nosotros, es un gato maullando a la nada o lanzando zarpazos al aire. Para él es toda una guerra contra esa «pelusa invasora» y una forma de entretenerse.

Si se le ofrecen al gato formas alternativas de pasar el tiempo, seguramente el animal se olvide de la «pelusa enemiga» y se centre en sus nuevos juguetes o actividades. Es el problema de tener un gato inteligente, hay que estimular su mente tremendamente activa, y su cuerpo ágil y enérgico.

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No es una broma

Aunque hayamos puesto un ejemplo en el que ha primado el humor, el TOC felino no es una broma y puede ser, salvando las distancias por la complejidad del cerebro, similar al humano. Un gato con TOC puede sufrir de una gran angustia y acabar cayendo en la depresión, en el estrés o en enfermedades físicas, consecuencia de su problema de mente.

En los casos más graves, se puede hacer necesario tomar medidas serias, como contratar a un terapeuta que acuda al domicilio para estudiar en su terreno el comportamiento del gato. Esto no es barato, pero es muy efectivo y normalmente se encuentra la solución al problema. En algunos casos también se debe de combinar con medicación para el estrés y los nervios y tratamientos para modificar la conducta. Solo de este modo se consigue que el animal deje de estar en tensión y nervioso y pueda comenzar a entretenerse con otras cosas, olvidando sus obsesiones.