La cría del hámster, mucho más de lo que parece (I)

La cría del hámster, mucho más de lo que parece (I)

El famoso dicho «reproducirse como conejos» debería ser cambiado por «reproducirse como hámsteres», pues el periodo de gestación de la hembra dura solamente 16 días. Hasta que a primeros del siglo XX se domesticó a este roedor, se pensaba que las ratas y ratones eran los que menor tiempo de gestación tenían de todos los animales, 21 días.

Las hembras hámster comienzan su vida fértil a partir de las ocho semanas de edad, por lo que a ese ritmo las camadas que puede tener al año son numerosas. Si a eso le añadimos unos siete cachorros por camada y que estos cachorros podrán procrear a partir de las ocho semanas, el número de crías que tendremos en un año sobrepasa la capacidad de espacio y dedicación que podamos darles.

Hámster

Si estás pensando en criar tus propias camadas de hámsteres te aconsejamos que planifiques bien tus medios y críes acorde a la capacidad que tengas. Para evitar la aparición de camadas indeseadas, lo que debes hacer es separar a machos de hembras y dejar más espacio de tiempo entre camadas.

Edad y tiempos de cría

Aunque las hembras suelen estar capacitadas para criar a partir de la octava semana de vida se recomienda esperar hasta que tengan los dos meses de edad, de esta forma serán más maduras y podrán afrontar con mejores perspectivas el esfuerzo que entraña la gestación y la cría de los cachorros.

En libertad, el hamster tiene un periodo de apareamiento fijado a la etapa de más calor, pues durante los meses  de invierno y primeras semanas de primavera están hibernando. Sin embargo, en cautividad el periodo de cría se alarga hasta noviembre, pues disponen de comida en abundancia y del calor de nuestro hogar.

Aceptarse como pareja, la primera dificultad

Los hámsteres macho y hembra no deben juntarse si no es durante la época del celo, pues es muy probable que peleen entre sí y se hagan daño, y siempre debe ser en la jaula del macho pues la hembra defenderá su territorio aunque esté en celo. Tampoco se podrán juntar a hermanos de camada pues no procrearán.

Se deberá ir acostumbrándolos a la presencia del otro para que cuando los juntemos sea más fácil que formen una pareja. El primer paso será intercambiarlos de jaula para que se vayan acostumbrando al olor del otro. Después podrás instalar las jaulas juntas para que se vayan acostumbrando a verse a través de los barrotes.