Hormigas, cuando ruge la marabunta

Hormigas, cuando ruge la marabunta

El mundo de las hormigas nos ha llamado la atención desde siempre, no hay más que ver la cantidad de películas de ficción y de animación que tienen como referente esta forma de vida. Su carácter organizativo y ordenado siempre nos ha creado mucho interés, pero también existe un punto de intranquilidad que anida en el miedo atávico a las masas y que han sabido plasmar muy bien en las películas.

Desde la dramática película «Cuando ruge la marabunta», con un gran Charlton Heston y una magnífica Eleanor Parker luchando contra la temida migración de las hormigas legionarias que amenaza con arrasar su Hacienda y acabar con cualquier ser vivo que se cruce en su camino, hasta películas como «Ant», en la que se les enseña a los niños la cooperación para conseguir salvar su cosecha de unos matones-avispas.

Hormiguero

Habitualmente nuestro punto de vista sobre las hormigas es verlas recoger alimento para llevarlo al hormiguero. Podemos observar cómo se organizan para acarrear grandes porciones de grano o pan o cómo capturan algún pequeño insecto, pero tener la oportunidad de entrar en sus casas no se consigue todos los días. Sera una experiencia única que nos aportará muchas sorpresas sobre el mundo de las hormigas.

Creando un cómodo hormiguero

Para crear nuestro propio hormiguero será necesario un par de planchas de metacrilato o de vidrio y unos listones para los bordes. La separación entre ambas planchas será de un centímetro, así que los listones de madera también tendrán que tener esa anchura. Para pegar los listones de madera a las planchas y sellar así el hormiguero bastará con pegamento resistente al agua o con silicona.

La arena no es un elemento que permita una gran visibilidad y, al tener elementos orgánicos, es fácil que salgan hongos, por eso se recomienda rellenar el interior del hormiguero con pasta de yeso o escayola y crear nuestros propios túneles en el molde. Si decidimos utilizar este modelo, habrá que hace el molde antes de colocar la segunda plancha y sellarlo. Como aquí tendrán su guarida, es importante que esté en penumbra.

Crear un «exterior» y controlar la humedad del hormiguero

La caja de forrajeo será donde coman nuestras hormigas. Debe imitar el exterior, por lo que es importante que esté más iluminado que el hormiguero, para que no aniden también en esta caja. No es preciso que sea muy elaborada, puede ser un simple taper de plástico en el que podamos meter la comida a través de la tapa. El hormiguero deberá estar conectado a esta caja a través de un tubo de plástico por el que nuestras hormigas puedan salir al «exterior».

También es muy importante controlar la humedad del hormiguero. Un hormiguero seco será mortal para nuestra colonia, así que habrá que averiguar las características de humedad que precisa la especie que queremos tener y acoplar un aparato que se le proporcione si la humedad requerida es alta o inyectarles nosotros agua con una jeringuilla a través de un agujerito que dejemos en la madera.